El equipo de Ramón Díaz se jugará la última chance en la Copa Sudamericana; mientras los xeneizes comienzan la recta final del Inicial ante San Lorenzo.-
"A fin de año veremos quién es el gran entrenador, quién consigue cosas y quién no". Con un dejo de bronca en su tono, Ramón Díaz utilizó estas palabras para responderle a Juan Román Riquelme, quien, tras el último superclásico, había dicho que Carlos Bianchi "es el más grande".
Hoy, 20 días después de aquel cruce dialéctico, los futuros de Boca y de River (y de Bianchi y Ramón, ¿por qué no?) empiezan a definirse. Con objetivos diferentes y necesidades similares, esta semana ambos deberán enfrentar cruces clave para ver dónde están parados.
River, por la Copa y la Copa
Los millonarios ya tiraron la toalla en el torneo Inicial y apuntaron todos los cañones a la Sudamericana. "Ahora hay que prepararse para la Copa porque quedamos lejos", confesó Ramón Díaz, luego del empate ante Belgrano, sin tapujos.
Pero River no tiene un camino fácil en el certamen continental. ¿El rival? El Lanús de Guillermo Barros Schelotto. El partido de ida por los cuartos de final se jugará mañana, desde las 20.15, en el estadio granate y la vuelta, el miércoles 6 de noviembre, en el Monumental.
Si los de Núñez consiguen el pase a la siguente instancia, automáticamente se clasificarán a la Copa Libertadores por ser el mejor equipo argentino en la Sudamericana. Si no lo logran, deberán esperar que Newell´s se consagre campeón del torneo Inicial para sellar el boleto.
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