El Boca de Bianchi visita al Godoy Cruz de Palermo. Juan Sánchez Miño, afectado por una gastroenteritis, será esperado en Boca hasta último momento.-
Podría ser cualquier día del segun- do semestre de 1998. O incluso aquella noche de gloria de diciembre del 2000, en Tokio, frente al Real Madrid. Hasta podrían estar abrazándose en el Estadio Azteca o en el Morumbí. Sin embargo, Carlos Bianchi, Juan Román Riquelme, Martín Palermo y Roberto Abbondanzieri estarán de un lado y del otro de los intereses en el duelo de la noche del domingo. Godoy Cruz y Boca jugarán el partido de las historias. Mientras tanto, ambos intentan su último tiro para perseguir a Newell's y a Arsenal en la lucha por el campeonato.
Boca vive en una permanente reconstrucción. Bianchi fue muy claro y señaló que las lesiones le están impidiendo contar con un "equipo de memoria". Claro, más allá del desafío que propone la contingencia, el conjunto del Virrey viene salvando los obstáculos y se rearma semana a semana. Los últimos soldados en bajarse del barco fueron Cristian Erbes y Nahuel Zárate, los dos laterales titulares frente a Rosario Central. Eso planteó una enorme incógnita en la cabeza del entrenador, que decidió esperar a Juan Sánchez Miño, afectado por una gastroenteritis, e incluirlo en la lista de concentrados. El zurdo será esperado hasta último mo- mento. De ello dependerá el cambio de herramientas en la defensa y en la mitad de la cancha.
"Godoy Cruz es un equipo que siempre intenta jugar bien al fútbol", expresó Riquelme, la última semana, en una entrevista con Clarín. El mejor 10 de la historia de Boca se enfrentará al mejor 9 desde la fundación del club. Palermo ya avisó que no habrá marca personal para Román. El conjunto mendocino apuesta a un 4-3-3 con mucha solidaridad defensiva por parte de los puntas. Las réplicas serán, sin dudas, un arma para desarticular el dominio que intentará imponer el equipo visitante.
Tanto para Boca como para Godoy Cruz, el partido de hoy puede implicar una guillotina en la lucha por el campeonato. Si Newell's no gana, el que se lleve los tres puntos se meterá directamente en la conversación del Torneo Inicial. Si el conjunto rosarino vence, un empate o una derrota alejaría a uno de los conjuntos (o a los dos) definitivamente. Esa será la apuesta fuerte que marcará la intención a la hora de proponer las ideas del partido.
Por eso, el Boca emparchado de Bianchi intentará sostener su presente amable en el terreno del peligroso Godoy Cruz de Palermo. Con Abbondanzieri mirando desde el banco. Y con Román dirigiendo la batuta en el plato fuerte de los viejos conocidos.
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