domingo, 13 de octubre de 2013

Ezequiel Lavezzi: "En este grupo todos nos sentimos importantes"


Como nunca, guardó los útiles rápido, saludó a la maestra y salió de su escuela en Rosario con la camiseta del Pocho en su mano. Tomás Lavezzi siempre soñó con un partido como el que vivió anteanoche en el Monumental. En cada tramo del viaje en remise a Buenos Aires hablaba con orgullo de que su papá iba a ser titular en la selección y aventuraba varios goles del portador de la casaca N° 22 del seleccionado. Con su mirada de niño de 8 años se sentó en la platea y esperó con ansiedad el comienzo del cotejo. Gritó una vez, gritó otra y se levantó del asiento cada vez que su ídolo más íntimo desairó defensores peruanos por los costados. Ante la ausencia de Lionel Messi, Ezequiel Lavezzi fue la figura excluyente del 3-1 sobre Perú. El delantero de Paris Saint Germain revirtió la desventaja con dos goles y se ganó una ovación que sólo su hijo imaginó en sus pensamientos.
Después del penúltimo partido camino a Brasil 2014, Lavezzi tuvo libre la noche del viernes como el resto de sus compañeros. Se comunicó con su novia Yanina Screpante, modelo y diseñadora de interiores, y materializó el encuentro esperado por días. Apenas lo vio estacionar en la puerta del restaurante, Tomás corrió a abrazar a su padre. Es el espacio único después de un partido mágico. Es el momento para alegrarse por estar en el mejor de los cielos y sentirse con la sensación del deber cumplido; es la noche del sueño de los sueños; es el tiempo de padre e hijo, de preguntarse por los goles, por la novia de la escuela, por el perro Camilo que quedó en París, de bromearse mutuamente... De emocionarse junto a los afectos.
-Después de mucho esperar en la selección, te tocó vivir una noche soñada. ¿Sentís que retribuiste la confianza del entrenador y que pudiste tener tu partido?
-Era una chance importante, una oportunidad significativa si se tiene en cuenta los jugadores importantes que nos faltaban por lesión. Creo que por suerte he aprovechado la oportunidad. Estoy contento por el equipo y porque ganamos otra vez.
-¿Cómo es esperar una oportunidad detrás de un ataque conformado por jugadores como Messi, Agüero e Higuaín?
-Esa diferencia la marca el periodismo, porque en la intimidad de este grupo todos nos sentimos importantes. Quizás en esta selección hay titulares que se ganaron su lugar merecidamente por lo que han rendido y está bien. Acá, con esta camiseta, cuando te toca, tenés que aprovechar la oportunidad, No es como en el club, donde tenés más chances, acá es otra cosa. Este partido fue importante para hacerle ver al entrenador que uno está para retribuir la confianza que le dan. Está claro que los titulares de la selección han hecho las cosas muy bien para estar donde están y, como si fuera poco, uno es Leo [Messi], que es un fuera de serie. El Kun [Agüero] y el Pipa [Higuaín] también atraviesan un buen momento. Los que esperamos una chance estamos tranquilos porque nos sentimos respaldados.
-¿Qué cambió para que en el ciclo de Sabella hayas alcanzado la continuidad que no tuviste con Maradona y Batista?
-Hoy me siento parte. Antes venía con las mismas ganas, pero no me sentía dentro del plantel. Son circunstancias. No creo tener en la selección la regularidad que tuve en mis clubes, pero estoy tranquilo porque con Sabella he rendido cada vez que me puso. Trato de dar lo mejor por esta camiseta. Cada uno puede estar de acuerdo con un jugador u otro, pero es lo atractivo del fútbol.
-¿Qué balance hacen como grupo de esta clasificación anticipada al Mundial?
-Es un equipo y un plantel que se construyeron con el paso de los partidos. Al principio nos costó, pero en victorias clave como ante Colombia en Barranquilla, sobre Chile en Santiago y en la obtención de la clasificación en Paraguay en Asunción quedó demostrado que crecimos muchísimo. Primero como grupo y después como equipo. Es importante para empezar el trabajo previo al Mundial y para llegar de la mejor manera.
-Además de tus condiciones como delantero, tus compañeros te valoran por la importancia que tenés en la vida íntima del plantel, en su consolidación como grupo humano. ¿Podés explicar a qué se debe?
-¿Sí? No tengo idea. Simplemente soy yo. Trato de ser como soy en el día a día, con mi hijo, con mi familia, con mis amigos. Trato de no ponerme en ningún papel de nada. Si mis compañeros me ponen en ese papel seguramente es algo que a uno lo pone muy bien y es muy lindo sentir ese afecto.
Tras cinco temporadas de gran nivel en Napoli, donde era un semidiós con reminiscencias maradonianas, fue transferido a Paris Saint Germain, que pagó 30 millones de euros por su pase. El ex jugador de San Lorenzo es el preferido del jeque Sheikh Tamim bin Hamad Al Thani, dueño del club francés. Al fin, después de pensarlo mucho, el Pocho decidió hacer las valijas y recalar en el recoleto barrio parisino Neuilly sur Seine.
-¿Cómo resultó el cambio de Napoli a Paris Saint Germain?
-Fue algo muy importante. Es una vida totalmente diferente. En Nápoles salir a la calle era una misión difícil, todo el mundo te reconocía y te hacía sentir el afecto cosechado en cinco años. En París todo es diferente, es una ciudad donde un futbolista puede pasar inadvertido. Es una ciudad increíble, casi perfecta, totalmente diferente a Nápoles. En lo futbolístico, en PSG me tocó empezar a jugar como una especie de volante y eso me hizo repensar un poco las cosas, pero este año volví a tener protagonismo en mi posición habitual. Me estoy sintiendo bien y sumando. ¿Qué más puedo pedir?
-Que tu hijo te vea en el Mundial...
-Es cierto, pero falta. La confianza está intacta.

Una marcada acción solidaria en su barrio

En 2009, Ezequiel Lavezzi fundó la Asociación Niños del Sur (Ansur), una entidad que da asistencia a unos 50 chicos humildes de Gobernador Gálvez, en Santa Fe. "Es una inquietud que siempre tuve y cuando el fútbol me dio la posibilidad económica de hacerlo, lo concreté. La fundación asiste a chicos que están rodeados por una realidad difícil y que merecen oportunidades", explicó el Pocho.

Sabella estudia variantes ante Uruguay


Los jugadores que disputaron el partido con Perú realizaron, en el predio que la AFA posee en Ezeiza, trabajos regenerativos. El plantel quedó libre hasta hoy a las 17 y es casi un hecho que algunos jugadores (como Agüero y Di María) quedarán desafectados para el choque de pasado mañana, ante Uruguay, en Montevideo. Los cambios no serían tantos, pero quizás haya variantes significativas.

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