lunes, 16 de junio de 2014

Lo mejor es que Messi se liberó


Me acordé mucho de Sudáfrica, donde tuve la suerte de vivir en la Selección desde bien adentro. Recuerdo cómo estaba Messi después de cada partido que pasaba y no podía convertir. Con esa misma ansiedad, lo vi también en el primer tiempo con Bosnia en el primer tiempo. Lo noté muy impreciso. Perdió muchas pelotas, como el equipo. Estoy seguro que fue por la tensión. Es raro porque Argentina había encontrado el gol bien rápido y eso suponía tranquilidad. Si el equipo no funcionaba era porque no había sociedades y porque no había primer pase, todo eso que Leo necesita para desequilibrar en su máxima dimensión.
No soy amigo de Messi, pero sí me doy cuenta de lo que su cara refleja. Y lo que vi después de ese golazo que metió con una definición propia de su estilo, fue a un Leo desahogado, como si se hubiera sacado un peso de encima. Se liberó. A partir del gol, su cara ya era otra y se lo notaba más suelto. Y ahí, en ese punto, está lo más importante del debut de Argentina. Lo mejor es que Messi se liberó. Eso nos ilusiona a todos como para esperar que sea su Mundial.No tengo dudas: desde ahora, Leo se va a adueñar del equipo. Claro que para eso será vital rodearlo bien, como lo hizo Sabella en el segundo tiempo. Con los cambios, Alejandro le acercó a Leo lo que necesitaba. Con la entrada de Gago, le dio ese primer pase que en los 45 iniciales no estaba. Fernando es el que se le arrima a Messi, el que se la pone profunda. Así Leo no debe ir a buscarla tan atrás. Y con el ingreso de Higuaín, le aportó más posibilidades de generar sociedades. El Pipita hace muy bien el trabajo de pivot, abre espacios, devuelve. Ya no tuvo que buscar sólo al Kun. Así salió esa joyita de gol.
Con Messi bien rodeado, la Selección fue otra. Tuvo mejor cara. Esos cuatro fenómenos juntos, Messi, Di María, Agüero y el Pipita, les generan preocupaciones a cualquiera. Y eso que ayer faltó algo más de Di María en comparación con lo que nos viene mostrando desde hace tiempo. Con los cuatro, es otro el funcionamiento.
De todas maneras, quiero ser justo: el triunfo de Argentina se basó en Chiquito Romero y en los marcadores centrales. Fueron el principal sostén durante todo el partido. Aguantaron cuando el equipo se descompensaba.
Ahora ya sé que se viene la discusión: si tiene que seguir con los cuatro o no; si se puede jugar con Messi, Di María, Higuaín y Agüero o no. Yo digo que tener a los cuatro en cancha obliga a replegarse rápido. Ahí son claves los movimientos de Mascherano y de Gago para agruparse con los cuatro defensores.
Seguramente ahora, en lo que resta de la primera ronda, Sabella potenciará el 4-3-3. A partir de octavos, tal vez evalúe alguna modificación, según el rival. Pero hay tiempo.
Lo importante ahora es que se ganó. El debut siempre complica, genera ansiedad y nervios. Todos estarán más liberados. Y lo bueno también es que Alejandro se dio cuenta de que el equipo de arranque no estaba funcionando bien y metió dos cambios para el segundo tiempo. Demostró reacción. Y al final, cuando habló, tuvo autocrítica. Por suerte, no hubo ninguna desgracia y Bosnia no empató. En casos así, si Argentina no ganaba por alguna circunstancia, se hubiera generado desconfianza en el grupo. Es lo que suele pasar. Por suerte fue al revés, ganamos y todo es positivo. Esto recién empieza. Soy optimista. Lo mejor está por venir.

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