En San Pablo quemaron al menos 23 colectivos. En Belo Horizonte se registraron 25 heridos y en otras ciudades hubo detenciones por incidentes tras el 7-1.-
Todo Brasil, en sus 8,5 millones de kilómetros cuadrados de extensión, fue cubierto por un descomunal manto de tristeza tras la histórica derrota contra Alemania. Pero la impotencia que en muchos fue llanto, en algunos mutó en violencia descargada en desmanes sufridos en algunas ciudades. El peor episodio ocurrió en San Pablo, donde al menos 23 colectivos quemados en la periferia de la ciudad. También se saquearon locales, entre ellos uno de electrodomésticos de la cadena Ponto Frío, por el que no hubo detenidos. Y en Belo Horizonte, los incidentes dejaron 25 heridos y ocho apresados.
También hubo refriegas en Recife. Tras el tercer gol alemán estalló una pelea que obligó a la policía a lanzar gases lacrimógenos para separar a los contendientes. Según medios locales, incluso algunas personas resultaron pisoteadas por los caballos.
Dentro del estadio Mineirao de Belo Horizonte, que empezó a vaciarse en medio del segundo tiempo, se registraron varias peleas entre alemanes y brasileños. Tres hinchas alemanes fueron detenidos. En el barrio de Savassi, zona de bares, hubo incidentes y robos que dejaron 17 detenidos.
San Pablo se había preparado para el festejo, como el bohemio barrio de Vila Madalena y el Fan Fest. Allí sólo se vio la retirada prematura de los torcedores. Pero en otros puntos de la ciudad hubo manifestaciones de violencia.
La empresa municipal de transportes SPTrans confirmó que un garaje de una empresa de autobuses en la zona sur de la ciudad, próximo a la represa de Guarapiranga y a la carretera de M’Boi Mirim, fue atacado por desconocidos que prendieron fuego a 20 colectivos que estaban estacionados en un depósito, fuera de servicio.
Según la agencia EFE, la Policía informó que no hubo heridos y señaló que la “primera hipótesis” en la línea de investigación es que se trató de una “reacción” por el partido, aunque no se descarta que el hecho pudo ser “aislado” y da continuidad a la ola de ataques que sufre el transporte público. No hubo detenidos por este hecho. Los otros tres ómnibus fueron atacados en distintos episodios callejeros. Uno de ellos ocurrió próximo a Guarulhos, en el barrio Sapopemba: un colectivo fue abordado por desconocidos, que pidieron a los pasajeros bajarse y lo incendiaron.
En Salvador, capital del nororiental estado de Bahía, el Fan Fest en el turístico Farol da Barra tuvo que ser desalojado por desmanes e intento de asalto colectivo con 50.000 personas en el lugar. El intento de robo, de acuerdo con la Policía, comenzó con una confusión provocada para causar tumulto y facilitar la acción de los asaltantes, de los que cinco fueron detenidos.
En la carioca playa de Copacabana, y bajo una persistente llovizna, tres personas fueron detenidas por causar una revuelta que asustó a gran parte del público, que salió corriendo pensando que se trataba de un asalto colectivo.
En Curitiba, unos 15 colectivos fueron apedreados y otro asaltado e incendiado en el barrio Sitio Cercado, de acuerdo con la información del Centro de Control Operacional Urbs, que no reportó heridos. Las autoridades también investigan si se trató de una reacción por el mal resultado de la selección.

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