sábado, 12 de julio de 2014

Con clima de fiesta, la selección argentina llegó a Río a Janeiro, a la espera de la final

Pasado el mediodía, el plantel arribó al hotel Radisson, de la exclusiva zona de Barra de Tijuca; cómo sigue la agenda del equipo de Sabella.-
RIO DE JANEIRO (De un enviado especial).- Las sirenas anuncian el arribo más esperado: el de la selección argentina. Los hinchas corren, se suben a las vallas, cruzan la calle. Nadie puede anticipar cuál es el mejor lugar para poder ver a los jugadores albicelestes. Los móviles policiales abren el camino y, finalmente, el micro argentino puede subir a la explanada del hotel Radisson, de la exclusiva zona de Barra de Tijuca.
Uno a uno bajan los jugadores del colectivo, que luce la leyenda "no somos un equipo, somos un país", mientras los gritos de la gente se mezclan entre canciones, saludos y declaraciones de idolatría o de amor. Sin embargo, es difícil poder ver a los ídolos, que tienen que caminar apenas unos pocos metros para ingresar al lobby principal del hotel. En el interior, un cordón de seguridad, que intenta evitar el acoso de los propios huéspedes, los lleva al subsuelo, donde almorzarán antes de instalarse en sus habitaciones para un descanso.
Así fue el arribo de la selección argentina a su concentración en Río de Janeiro, donde mañana jugará, desde las 16, la final de la Copa de Mundo ante Alemania. Al igual que para la semifinal contra Holanda, y a diferencia de los anteriores partidos, Alejandro Sabella dispuso que el equipo llegue sólo un día antes del encuentro.

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