
Dos personas balearon el portón del estacionamiento del Gigante de Arroyito. El martes habían aparecido pintadas con amenazas para los jugadores.
La violencia jaquea por estas horas la vida deportiva e institucional de Rosario Central. El martes aparecieron varias pintadas contra los jugadores en las inmediaciones del estadio."Ganen el clásico o mueren", rezaban los mensajes. Anoche las amenazas pasaron a los disparos. Dos personas que se trasladaban en una moto balearon el portón del estacionamiento del Gigante de Arroyito. Las balas alcanzaron a una garita de seguridad que terminó con los vidrios rotos.
El ataque se produjo cerca de las 23.30. El blanco de los disparos está ubicado a 120 metros de donde el martes apareció una de las pintadas. Según la hipótesis que maneja la Policía, los autores de la balacera habrían sido dos personas que viajaban en una moto por avenida Avellaneda. En el lugar hallaron restos de dos proyectiles. Estiman que fueron más de ocho los disparos que realizaron los atacantes.
En declaraciones a LT8 de Rosario, Soledad, una testigo del hecho, relató que se encontraba en el bar del Caribe Canalla, la playa que el club tiene frente al estadio, cuando se escucharon varios balazos. "Vinieron los guardas y nos dijeron que nos fuéramos, incluso apagaron las luces", contó la mujer.
Esta mañana, el comisario Hernán Brest, quien integra el área de Seguridad Deportiva de Santa Fe, admitió desde el lugar del ataque que "preocupa y mucho" la escalda de violencia de estos últimos días. Hay temor de que mañana a la noche se produzcan más actos vandálicos cuando Central reciba a Arsenal. Los dirigentes, en tanto, hablan de "una interna política" en el club pero no apuntan a los grupos opositores. "Son cobardes que hoy están fuera del club", afirmó el presidente Norberto Speciele tras las pintadas del martes.
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